lunes, 8 de noviembre de 2010
Capítulo XVIII
Dame un momento de serenidad,
un cantito de noche sin oscuros presagios;
un rato de ocio pour l'ocio
y no la función de un escape,
un día sin temor a un futuro terror,
un día sin preguntar si el viento o el sol:
dame un chispito de cuerpo sin duelos y quebrantos;
una cama sin espacios vacíos,
un cuerpo sin figura de silencio:
dame la luz al final del túnel del desvío
una tarde de sábado de sol y no de dol,
dame un momento que dure cien años
sin el agrio murmullo de las oscuras golondrinas.
un cantito de noche sin oscuros presagios;
un rato de ocio pour l'ocio
y no la función de un escape,
un día sin temor a un futuro terror,
un día sin preguntar si el viento o el sol:
dame un chispito de cuerpo sin duelos y quebrantos;
una cama sin espacios vacíos,
un cuerpo sin figura de silencio:
dame la luz al final del túnel del desvío
una tarde de sábado de sol y no de dol,
dame un momento que dure cien años
sin el agrio murmullo de las oscuras golondrinas.
lunes, 11 de octubre de 2010
Capítulo XVI
Ni mi cuerpo que cambia desde la primera vez que lo vi,
Ni mis células que revientan como burbujas al salir del aro,
Hasta matarme, reinventarme y volverme a hacer así;
Ni el blanco que va cayendo sobre mis ralas hojas negras
Ni de la claritromicina el sigiloso sabor amaro,
Ni la noche que con tu súbito recuerdo errado alegras;
Ni el zumbido perpetuo que enerva mi pobre materia racional,
Ni las “canciones tristes que pones para sentirte mejor”
Ni la sucia distracción del morbo cibernético internacional
Ni la prepotente belleza roja en el delicado follaje del otoño
Ni el dulce sabor imaginario a valenciano alfajor,
Impedirá que desperdicie mis horas venideras
Con la venial lujuria estética de los versos desperdiciados.
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