lunes, 8 de noviembre de 2010

Capítulo XVIII

Dame un momento de serenidad,
un cantito de noche sin oscuros presagios;
un rato de ocio pour l'ocio
y no la función de un escape,
un día sin temor a un futuro terror,
un día sin preguntar si el viento o el sol:
dame un chispito de cuerpo sin duelos y quebrantos;

una cama sin espacios vacíos,
un cuerpo sin figura de silencio:
dame la luz al final del túnel del desvío
una tarde de sábado de sol y no de dol,

dame un momento que dure cien años
sin el agrio murmullo de las oscuras golondrinas.

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